miércoles, 8 de julio de 2015

ME SIENTO SOLO...



La soledad
La definición de soledad está dada por la carencia de compañía. Es un estado subjetivo –cada quien lo vive de manera particular y única-
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Somos seres sociales, gregarios; es imposible no tener contacto aunque sea superficial con alguien. El sentimiento de soledad está relacionado al concepto de apego, que se inicia en el vínculo temprano con la madre, desde el momento mismo del nacimiento.
Una persona sola es pasible de generar pensamientos originados en profundos y viejos prejuicios como por ejemplo: “es complicada”, “por algo está sola”, “es rara”, etc. y en general se refiere a la falta de pareja como señal de estar incompletos. Las imágenes que acompañan a la soledad suelen ser devastadoras.
Es común que esta condición abarque enteramente al ser de aquella persona nombrándose como “soy solo/a”, “es solo/a”, sin tener en cuenta que puede ser un estado transitorio, aunque no se elija, dando lugar a “estoy solo/a”.
El punto es que la soledad suele tener mala prensa y muchas veces se vive con dolor y sentimientos de insatisfacción.
Habría que distinguir aislamiento y soledad como fenómenos que se asocian a la calidad de las relaciones interpersonales. La soledad puede darse por aislamiento emocional (momentos de duelo, tristeza, abandono, perdidas) o por aislamiento social (fobias).
Hoy en día se instaló la modalidad virtual de generar lazos y curiosamente tienen una doble lectura: destruye vínculos a la vez que genera nuevas formas de estos. Hay quienes se sienten contenidos y a salvo de un encuentro real, refugiándose tras una pantalla interactuando con una imagen virtual, en donde ambos pueden presentarse como “el ideal”.
Si no se avanza, si se quedan en esta situación con tendencia a profundizarse en esta clase de lazos puede ser una trampa muy difícil de sortear.
No estoy de acuerdo con que a la soledad “hay que combatirla” como si fuese un resfrío.
Distinto es pensar en afrontarla con recursos internos y subjetivos, como por ejemplo, desarrollar actividades artísticas que en otros momentos de la vida no se hubieran animado, descubrir aptitudes que pueden llevarnos por caminos impensados, buscar nuevas relaciones con personas que tengan intereses y situaciones actuales similares.
La peor soledad es la que se experimenta en compañía, cuando se está con una persona para no estar solos, o cuando se asiste a espacios en los que no nos sentimos cómodos. Aquí hay un camino de aprendizaje a recorrer porque descubrir que estar solo puede ser un período fecundo en nuestra vida es un gran paso hacia nuevas y enriquecedoras experiencias de vida.
Cicerón decía: "Nunca estaba menos solo que cuando estaba solo".

Lic. Silvina Rosenbaum
Revisado por  el Lic. Carlos Tryskier
www.psicarlostryskier.com.ar