lunes, 5 de febrero de 2018

QUE ENTENDEMOS POR CRITICAS CONSTRUCTIVAS...?



Cuando hablamos de críticas, con bastante frecuencia nos suele venir a la idea algo negativo, como cuando alguien habla de nosotros a nuestras espaldas, o cuando nos dicen algo que no gusta de lo que podamos haber dicho, nuestra forma de comportarnos, nuestra forma de expresarnos, vestir o de ser, etc..
Pero cuando hablamos de críticas constructivas, nos referimos a una de las principales muestras de habilidad social, cuya finalidad, lejos de perseguir la desvalorización de la persona a la que dirigimos la crítica, busca la realización de un cambio que a todas luces, resulta positivo a ambas partes.
Las críticas se suelen hacer cuando el comportamiento de otra persona no nos gusta, nos molesta o nos genera algún perjuicio. Es decir, se trata de PEDIR CAMBIOS
Para elevar la probabilidad de conseguir este cambio en la otra persona, vamos a presentar de manera esquemática y pautada cómo podemos proceder.
El esquema que se presenta puede parecer inicialmente algo artificial y forzado, pero con entrenamiento se automatiza y se realiza con facilidad.
Antes de analizar los pasos para hacer una crítica eficaz, tendremos en cuenta algunas consideraciones previas:
1.      ELEGIR EL MOMENTO ADECUADO. Tanto mi momento (control emocional, estar tranquilo) como el momento de la otra persona (que no esté en una actividad importante, que no esté saturado emocionalmente, enfadado, nervioso, ocupado). Si el momento es difícil de encontrar, hay que “fabricarlo”. Si tengo algo importante que criticar a mi pareja y en el día a día no encuentro un momento adecuado, tal vez sea útil salir a pasear o a cenar a un sitio agradable, crear el mejor clima posible
2.      SI SON VARIAS CRÍTICAS. Sacar sólo un tema y una vez hablado del mismo, seguir con otro. Si sacamos varios temas a la vez nos complicamos, así que LAS CRÍTICAS DE UNA EN UNA
3.      PREPARAR DE ANTEMANO LA CRÍTICA. Esto implica conocer por qué la otra persona actúa como actúa, o lo que es lo mismo, EMPATIZAR
4.      COMENZAR DICIENDO ALGO POSITIVO DE LA PERSONA O DE LA RELACIÓN. Esto no significa “dar coba”, sino poner la crítica dentro de un contexto real, de lo que me gusta de la otra persona para no dar una imagen sólo negativa de la misma.
 

domingo, 30 de abril de 2017

¿En qué se diferencia la tristeza de la depresión?



La tristeza es una emoción de la que solemos rehuir, aunque no podemos escapar de ella ya que a lo largo de la vida tenemos que lidiar con muchas situaciones que generan una profunda tristeza, como las pérdidas. 
 En realidad, la tristeza es una emoción, una reacción normal ante los eventos que nos afectan. Estar tristes no significa estar deprimidos, aunque a menudo las personas usan ambos términos indistintamente. Sin embargo, una tristeza profunda mantenida a lo largo del tiempo puede dar paso a un cuadro depresivo.
 De hecho, aunque la depresión suele tener un condicionamiento genético, situaciones como la pérdida de una persona muy querida o un gran fracaso pueden generar una enorme tristeza que podría desembocar en una depresión. Eso significa que, en mayor o menor medida, todos somos susceptibles de caer en las garras de la depresión, por lo que es importante conocer en qué se diferencia de la tristeza.
 
 ¿En qué se diferencian?

1. La tristeza es una emoción, la depresión un trastorno

La tristeza es una emoción y, como tal, tiene un valor adaptativo. Psicólogos de la Universidad de Indiana descubrieron que la tristeza provoca un mayor grado de activación fisiológica, el cual nos ayuda a lidiar con la pérdida. De hecho, si lo pensamos bien, tenemos más motivos para actuar cuando estamos tristes que cuando nos sentimos felices y satisfechos. 

Por otra parte, la depresión es un trastorno psicológico y la tristeza es solo uno de sus síntomas. Un cuadro depresivo se acompaña de sentimientos de angustia, inutilidad, desesperanza y una profunda apatía. La persona también suele sentirse culpable, le cuesta tomar decisiones y tiene problemas para concentrarse. En muchos casos aparecen además ideas suicidas.

2. La tristeza es pasajera, la depresión es duradera

Una investigación realizada por psicólogos de la Universidad de Lovaina, en Bélgica, ha demostrado que la tristeza es la emoción más duradera, tarda en desaparecer 240 veces más que el resto. Aún así, la tristeza sigue siendo una emoción “pasajera” pues no suele durar más de algunos días o, como mucho, pocas semanas. 

Sin embargo, la depresión es un estado crónico que se diagnostica después de que la persona ha estado al menos seis meses padeciendo los síntomas. En algunos casos se experimentan periodos de mejoría, pero estos no suelen ser muy largos.

3. La depresión nunca llega sola, se acompaña de abulia y anhedonia

Cuando nos sentimos tristes, es normal que no tengamos ganas de festejar e incluso podemos experimentar cansancio y falta de energía. Aún así, somos capaces de seguir adelante con nuestra rutina e incluso podemos disfrutar de pequeños placeres cotidianos que nos sacan durante un rato de nuestro estado de ánimo sombrío.

En la depresión se sufre de abulia y anhedonia, un estado de apatía, indiferencia y pesimismo que dura semanas o incluso meses. La persona siente que la tarea cotidiana más nimia, como hacer las compras, cepillarse los dientes o incluso comer, es una misión titánica carente de sentido. La persona deprimida pierde la iniciativa y no encuentra nada que la motive o le haga disfrutar.

¿Qué pasa cuando la tristeza no desaparece?

A lo largo de la vida atravesamos diferentes situaciones que generan tristeza y logramos salir de ellas. De hecho, muchas de esas situaciones sirven para fortalecernos y nos permiten enriquecer nuestro arsenal de herramientas psicológicas para la vida.

Sin embargo, cuando la tristeza se alarga y crees que no mejoras sino que cada vez te sientes peor, es recomendable pedir ayuda psicológica. La tristeza prolongada puede desembocar en una depresión. Si no logras volver a encontrar la alegría de vivir, te aíslas de los demás y te ensimismas en tus pensamientos negativos, puedes correr el riesgo de desarrollar un cuadro depresivo.

No es necesario que esperes a que la depresión siente casa, un psicólogo podrá ayudarte a superar la tristeza y retomar tu vida cotidiana. De hecho, debes tener en cuenta que mientras más esperes para buscar tratamiento, más aumentan las probabilidades de que aparezcan otros trastornos asociados que empeoren el pronóstico.

Un estudio realizado en la Universidad de San Diego reveló algunos signos que podrían advertirte que la depresión está en curso. Según estos investigadores, el 74% de las personas diagnosticadas con depresión comenzaron a presentar problemas para conciliar el sueño desde las primeras fases del trastorno, un 38% también tenían problemas de memoria y dificultades para concentrarse y un 50% indicó que se sentían fatigadas desde hacía mucho tiempo.

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martes, 4 de abril de 2017

CANNABIS MEDICINAL



Las investigaciones sobre sus componentes, sus efectos psicotrópicos y sus virtudes medicinales se multiplican desde hace medio siglo. Surgió un cúmulo de evidencias sobre sus posibles beneficios, que, entre otras razones, llevó a cambios en las políticas regulatorias de Suiza, Portugal, España, Holanda, Estados Unidos y Uruguay. Se necesitan más estudios para reunir información concluyente sobre la mejor forma de administración, y la seguridad y eficacia de su uso a largo plazo.
El uso medicinal de la Cannabis sativa es milenario. Los primeros registros datan de 2700 a.C., en Oriente, y hasta los años 30 del siglo pasado fue uno de los principales analgésicos. "Mucho antes de la aspirina y los opiáceos, más fáciles de producir y distribuir, se hablaba de sus efectos antiepilépticos y antiespasmódicos -precisa el psiquiatra Federico Pavlovsky, integrante de la comisión directiva de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA)-. En el siglo XIX, el psiquiatra Moreau de Tours se juntaba a experimentar con Balzac, Baudelaire, Dumas, Gauthier y Victor Hugo en lo que se llamaba el Club des Hachichins. En los últimos 100 años dejó de ser un remedio y pasó a la ilegalidad."
Aunque en el país no hay estadísticas, se calcula que la consume entre el 3 y el 4% de la población, de un millón a un millón y medio de personas, con distintas frecuencias. Su encuadramiento como sustancia ilegal no redujo su circulación, pero sí obstaculiza su estudio y las respuestas a los interrogantes que plantea: ¿es adictiva? ¿Es neurotóxica? ¿Es la entrada a otras drogas? ¿Puede inducir o potenciar manifestaciones psicóticas? ¿Qué diferencias de costo/beneficio arrojarían su regulación, su prohibición o su despenalización?
Sobre la primera pregunta, José Capece, psiquiatra especialista en adicciones y docente de Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UBA, es terminante: "Se constató que es adictiva. Incluso está descripta la abstinencia. Pero el potencial adictivo es muy bajo: mientras el del tabaco ronda el 32%, el de la marihuana es de casi un 9%."
El síndrome de abstinencia se manifiesta por una intensa sensación de aburrimiento, que es una variable de la angustia, trastornos incisivos del sueño, corrimiento del ritmo circadiano (los pacientes se duermen y se levantan tarde) y pérdida del apetito. Entre las vulnerabilidades que favorecen la dependencia figura el déficit de atención, una condición frecuente que padece cerca del 10% de la población general. "Esas personas tienen una alta probabilidad de hacerse adictas porque el cannabis les genera una sensación de confort", dice Capece.
"No es inocua, ninguna sustancia lo es -destaca Rubinstein-. Por eso es importante conocer sus niveles de peligro y sus potenciales beneficios." Nuestro cerebro, agrega, posee un sistema de "endocannabinoides" (neurotransmisores similares a las sustancias activas del cannabis). "Si tomáramos el cerebro de cualquier persona y extrajéramos los cannabinoides endógenos, tendríamos entre 5 y 10 cigarritos de marihuana -ilustra-. Fabricamos compuestos que desde el punto de vista químico son un poco diferentes del THC, pero que desde lo farmacológico son idénticos; actúan sobre los mismos receptores cerebrales. Estos endocannabinoides actúan en lugares precisos del cerebro, son elaborados a demanda cuando un área está muy activa. Pero así como se liberan en cantidades importantes, rápidamente se degradan. En cambio, cuando uno consume productos de cannabis, éstos ingresan en todo el cerebro y tienen una vida media mucho más prolongada."
La interferencia de los cannabinoides de la planta con los del organismo cuando el cerebro está en desarrollo, como ocurre en la adolescencia, es peligrosa, especialmente si se hace de manera frecuente y en altas dosis, subrayan los investigadores. "Incluso sin llegar a la adicción, en la adolescencia el consumo es perjudicial -destaca Capece-. Puede alterar el desarrollo normal del cerebro en determinadas funciones neurocognitivas: por ejemplo, en la memoria, memoria de trabajo y coeficiente intelectual."
Coincide Rubinstein: "Un adolescente que todos los días fuma uno o dos cigarrillos de marihuana hipoteca su futuro. Los cannabinoides participan de muchas señales que tienen que ver en cómo se integran las neuronas en las diferentes redes. En adolescentes altos consumidores, puede producir daño irreversible".
La marihuana tiene más de 700 moléculas, algunas de las cuales son potencialmente activas. La más conocida es el THC, que es preponderantemente psicoativo. Otros, como el CBD, mostraron tener acción ansiolítica. Se cree que produce una modificación del umbral convulsivo en algunas epilepsias.
Uno de los médicos que más investigan los efectos del cannabis en niños es el neurólogo pediátrico Carlos Magdalena, del hospital Ricardo Gutiérrez. "El interés por su uso terapéutico explotó como demanda social en 2010 -explica-. Hay 45 aplicaciones demostradas fehacientemente. En epilepsia refractaria a los anticonvulsivantes, se obtuvo hasta un 79% de mejoría de las crisis sustanciales, más de 50% de mejoría en encefalopatía epiléptica. Mejora del estado cognitivo, el sueño, la conexión social, la capacidad de adaptación y la calidad de vida de toda la familia. Se usó en inmunología, en dolor... En autismo, se vio un despertar afectivo, visual, social y cognitivo."
Quedan muchos desafíos por afrontar. Para la médica uruguaya Raquel Peyraube, especialista en políticas de drogas, es importante tener en cuenta que los efectos pueden variar por la proporción y concentración de las sustancias que contiene, por la vía de uso (en comidas, por inhalación, en comprimidos, en aceite, en friegas), por el estado del sujeto y por el contexto en que se emplee.
"Tenemos que empezar con dosis muy bajas y ajustar la prescripción a la medida del paciente -subraya Peyraube-. Vamos a tener que cambiar los sistemas nacionales de salud; en siete minutos de consulta no se puede hacer." Otro problema es certificar los cultivos y someter las preparaciones a las reglas de buena manufactura. "El 80% de las preparaciones de los Estados Unidos están contaminadas con pesticidas, solventes, fungicidas, metales pesados o microorganismos -dice Peyraube-. Los productos deberán presentarse debidamente etiquetados, describiendo el contenido, la composición, las advertencias y precauciones."
La investigación de sus aplicaciones terapéuticas es un mundo por explorar. "Convivimos con las drogas y tenemos que saber cómo funcionan y cómo relacionarnos con ellas -concluye Rubinstein-. Así como entramos a la farmacia y están llenas de drogas reguladas, pero que pueden hacernos mal, hay otras que hoy están prohibidas y que tendremos que saber manejar. Ocurrió con el alcohol, y es un problema que no podemos controlar... Como sociedad tenemos que seguir aprendiendo cómo relacionarnos con el mundo que nos rodea, el natural y el fabricado por nuestra cultura."

Posibles usos medicinales

Alivio del dolor
Reducción de la inflamación
Estimulación del apetito
Reducción de vómitos y náuseas
Anticonvulsionante
Antiespasmódico
Inducción del sueño
Modulación del sistema inmune

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lunes, 23 de enero de 2017

Como reconocer a un psicópata



Se trata de personalidades cuya posición de vida se basa en el binomio: sometedor-sometido, donde ellos están “destinados” a someter, como sea y a quienes quieran.
Sentido de vida atravesado por necesidades y objetivos antihumanos. Guiados por el logro del dominio cometen crueldades a mansalva, llegando a cometer crímenes físicos y psicológicos.
Narcisistas, logran ser el centro, quienes entran en su órbita, y no pueden salir, están condenados a dejar-les su individualidad y su vida.
Guiados exclusivamente por el beneficio personal, los demás están colocados en el mundo solamente para satisfacer sus necesidades, directa o indirectamente.
Consideramos que por su Sentido de Vida generan y sostienen enfermedades, básicamente en los hijos.
Cometen todo tipo de abusos, a fin de obtener el poder absoluto hacia otros... llegando a matar (física o psicológicamente), son enfermos psicológicos. Los psicópatas usufructúan de necesidades, valores y propiedades especiales, con las que aniquilan y destruyen a mansalva en beneficio propio, no solo a personas y grupos de persona, ¡al mundo!, pues ya sabemos que llegan a ser genocidas. No podemos/debemos considerar sanos a quienes carecen del más mínimo sentido humano, son enfermos quienes sostienen a lo largo de su vida pensamientos, sentimientos y haceres opuestos a la naturaleza humana.
Consideramos que el psicópata es un enfermo mental grave, crónico, cuya índole antihumana lo tornan altamente peligroso. En resguardo al resto de la sociedad es necesario que ellos vivan permanentemente al margen de la misma. El tratamiento integral que se les de tiene que dar debe ser producto de investigaciones de equipos multidisciplinarios.

Cuando hablamos de psicopatas hablamos de autoritarios y manipuladores de alta envergadura, especialmente de personas con ese tipo de funcionamiento.

Características

1.      Escala de valores distinta
No carecen de ética, sino que sus valores son diferentes a los construidos y aceptados como esenciales, en el tiempo histórico y lugar que viven. Estamos hablando de valores consensuados como básicos para el buen convivir social.
Los psicópatas conocen la escala de valores, saben lo que socialmente se consensúa como bien y como mal, hacen caso omiso de ello, pues son dueños de la verdad y el resto de la sociedad están (por lo que sea) errados, no saben. Cuando se muestran de acuerdo con valores sociales esenciales es porque se disfrazan con ellos para mimetizarse y confundir, o bien por que con esos valores justamente coinciden.
No quiere decir que todos los psicópatas tengan la misma escala de valores, esta es individual, lo común es que siempre está supeditada al eje sometedor-sometido. La construyen a través de la historia personal, de acuerdo a la cultura familiar trasmitida transgeneracionalmente, es coherente con su personalidad (egosintónico) y sobre todo adecuada a las circunstancia en la que vive (en forma ocasional o permanente).

2.      Certidumbre de ser superiores
Las creencias de omnipotencia asociadas a su escala de valores distinta les da seguridad de ser impunes, es así como cometen tranquilo y -¡hasta!- orgullosos cualquier delito.
Su ser y sus capacidades van desde la misma deidad a lo demoníaco, según convenga. Todopoderosos al fin. Alimentan la máxima “no se puede estar bien con Dios y con el diablo al mismo tiempo”, pues ellos son ambos en una misma persona, y con ellos hay que estar siempre bien. Se los adora, se los venera y se les tiene pánico al mismo tiempo.
Hace milenios que estos seres nefastos andan por el mundo como uno más, como si esto fuese poco este es un mal que está en vía de expansión. Una de las causas de que esto sea así es que nuestros sistemas macrosociales les facilitan “estar en el mundo de los dioses” y que la creencia de impunidad se haga (las más de las veces) cierta.

3.      Capacidad de realizar atrocidades sin culpas ni remordimientos
Ausencia de techo, el fin justifica cualquier medio.
De acuerdo con la personal escala de valores propia se permiten y justifican desde daños leves a crueldades salvajes. El otro siempre se merece el sufrimiento (muerte físicas o psicológica incluida) en tanto le sea útil a los fines perseguidos o porque transgreda sus leyes.
Pueden llegar a teatralizar sentimientos de culpa a fin de engañar a quienes esperan estos sentimientos o para evadir algún reproche o cuestionamiento victimizándose.

4.      Cosificación - ausencia de empatía
Aún cuando los sentimientos, de las personas más cercanas, sean tan intensos que conmuevan hasta las piedras, les es indiferente, no les impacta emocionalmente. Sólo tienen resonancia afectiva en tanto los sentimientos ajeno sean afín a sus objetivos y a sus valores personales. Sus afectos hacia las personas son equivalentes a los que se tienen por los objetos inanimados.

5.      Indiferencia por todo lo humano
El anverso de "Hombre soy; nada humano me es ajeno"[2]. Es que no se creen simples hombres, ellos realmente “están más allá del bien y del mal”.
Cualquier persona -cualquiera y en cualquier situación- les interesan si pueden utilizarla y más aún si forma parte de su ganado. Pueden estar en medio de un derrumbe mirando gente aplastada sin que se les muevan un pelo, eso sí, si ven alguno que puede ser tomado como objeto lo salvan, lo cual no quiere decir que se conmuevan por la situación de la persona en riesgo de muerte.

6.      Solipsismo
Sólo existe esa persona. Toda realidad externa es tal como ella, la persona solipsista, la conoce o define.
Su construcción interna de su relación con el mundos sería, “Existo solo YO, todos los demás -personas, animales, vegetales y cosas- son igualmente intrascendentes para el mundo, circunstancias necesarias para que todo sea como YO entiendo y necesito que tiene que ser”.

7.      Narcisismo – egocentrismo físico
Todos son una especie de extensión de su propia persona, como si fuesen su propio brazo, que así mismo los puede manejar a gusto y ganas. No hay delimitación de las fronteras que separa a si mismo con demás personas.
Exagerada exaltación de la propia personalidad, hasta considerarla como centro de la atención y actividad generales.

8.      Egocentrismo. Egocentrismo emocional.
Razonamiento transductivo,
asociación de elementos particulares, que no guardan una relación lógica y necesaria entre sí:
·         sincretismo, explica la totalidad por un aspecto externo a la cosa o fenómeno.
·         Pre-causalidad, llega a conclusiones causa-efecto solo desde si mismo.

9.      Encanto superficial?? 

10.  Carismático
Son centro de atención. Atrae y fascinan. Cualidad por la que rápidamente, suelen, pasar a ser importantes, confiables y líderes.

11.  Supremacía
Creen y hacen creer que no son simples humanos. Sin llegar a ser dioses o demonios son algo especial, como si la madre natura les hubiese dado condiciones superiores y distintas, que en realidad no tienen.

12.  Alto grado de inteligencia para el logro de sus manipulaciones
Conocen perfectamente la diferencias (consensuadas socialmente) entre el bien y el mal. Sólo que a ellos no les importa . “Lo único que parece explicar su conducta social es el cálculo frío y racional de lo que van a sacar u obtener de su acción.” (Piñuel, 2008).
Suelen mimetizarse de ingenuos y tontos (especialmente los psicópatas parásitos). Sin embargo, los ingenuos somos nosotros en pensar que las personas son buenas hasta que se demuestre lo contrario, es lisa y llanamente el desconocimiento de que cualquier psicópata se muestra como buena persona.
Más ingenuo aún, cuando ante las reiteradas conductas destructivas de alguien, se sigue sosteniendo que no es una persona dañina. La sabiduría popular dice que “cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía” y “ las mosquitas muertas son las peores”.
También se disfrazan como si les faltase aprender las reglas sociales.

13.  Capacidad de captación del otro
Ese radar interno con el que se capta las particularidades de los demás, en el caso del psicópata es altamente eficiente y siempre bien calibrado. Ellos pueden llegar a saber lo más fidedigna-mente posible cuales son las necesidades, frustraciones, sentimientos y vulnerabilidades de quienes pueden ser capturados y retenidos en sus rediles, y justamente lo logran manejando esos aspectos.

14.  Violentos
Cuando de psicopatía se trata se dan los 3 tipos de violencia, todas tienen como mira el sometimiento del otro mediante la destrucción psicológica; aún la violencia física va hacia esos objetivos.
a. Directa - explícita: ya sea en palabras u hechos. 
b. Indirecta - implícita, con palabras o gestos, por ejemplo, "... pobrecita, se cree que la
invado por que está sufriendo el puerperio" o duras miradas que paralizan y hacen callar a
la persona que lo cuestiona. En estos ejemplos hay doble violencia, el cometer actos contra
alguien y el hacerlo callar descalificando. Tipo de violencia que puede ser captada por
mentes despiertas y libres del redil psicopático. 
c. Encubierta. No hay señales, exteriormente el fenómeno es muy distinto u opuesto;
ejemplos: las jaulas de oro, el apresamiento queda encubierto por lujos, atenciones,
comodidades; las personas apresadas se ven felices, satisfechas de las ventajas obtenidas.
La violencia tipo a es ejecutada por un psicópata en casos de mayor necesidad, la delega a
sus complementarios, en espacial al sicario.

1, 2, 3, 4 y 5 son los rasgos básicos de un psicópata; la presencia confirmada de cualquiera de ellos supone la existencia de los cuatro restantes, definiendo el diagnóstico.
Los restantes son rasgos secundarios, en los psicópatas se dan varios de ellos, tienen unos u otros, combinados entre sí y con los rasgos los esenciales. Aún cuando algunos secundarios son necesarios no definen, por si mismos, exclusivamente al psicópata. Estos, los rasgos secundarios son compartidos con personas que son o pueden ser complementarias, en especial con las personas con elevados rasgos psicopáticos.

Algunos de los rasgos secundarios son propios, también, de personas que no son psicópatas ni complementarios.
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Como reconocer si soy el complementario de un psicópata ?



Características de personalidad del complementario
Algunos de los rasgos de personalidad del complementario, características que entra dentro de la clasificación arriba mencionada, son:

Elevado grado de dependencia. La sensación de no ser o no poder nada sin un otro que le de sentido a su vida y la dirija. En tanto ve el peligro de quedarse sin ese ser imprescindible siente el riesgo que quedar en estado de inanición, desamparo, indefensión.

Cualidades Básicas de la Personalidad dañadas. Necesidad de quien le de un sentido de ser persona, de ser alguien, y sólo puede hacerlo quien se erige en Dios, en donde el otro no puede ser nunca equiparado en una relación de igual a igual, es una capacidad psicopática deslumbrar para apoderarse de la voluntad del otro; son relaciones donde es necesaria la fascinación, tal cual vichito de luz que encandilado por el resplandor no puede evitar quedar pegado/atrapado hasta llegar a su propia muerte.

Sensaciones y sentimientos naturales opacados, lo cual lleva a ser proclive al aburrimiento, por ello necesitan vivencias de alto voltaje, que las encuentran con un psicópata.

Repetición de vínculos que generan y sostienen la vulnerabilidad afectiva. Vienen de relaciones familiares disfuncionales, por ejemplo las signadas alternativamente por: la adulación y el maltrato; un psicópata que sabe cuando tiene que alimentar el ego o victimizar (según le venga bien) es justo la horma de su zapato.

Labilidad en los vínculos personales conseguidos hasta el momento. Por lo cual al psicópata le es posible conseguir el alejamiento con sus grupos de pertenencia, logrando que se gire sólo alrededor de él.

Identidad débil, que devienen en self frágil, falso self, inseguridades, desconfirmación de uno mismo, desconfianza de las propias capacidades... El psicópata es quien le va a resolver estas carencias, pues manipula definiendo quien es el otro e indicando por donde debe andar en la vida; ora “asegurando”, “confirmando”, “dando claridad”, “auto-confianza”..., ora todo lo contrario.

Importante rigidez en su personalidad. La dificultad de flexibilización tiene mucho que ver con que la persona permanezca, por tiempo indeterminado, en su sometimiento. Se mueve en blanco o negro, no viendo las gamas de los grises, por ejemplo, ve lo bueno o lo malo en forma desintegrada.

Ilusión de omnipotencia. Por la que ¡se cree que va a cambiar al mismísimo psicópata!. Es ilusión porque es irrealidad, lo cual hace a la persona endeble. “Por mi va a cambiar”, “Se va a dar cuenta de lo importante que soy”, “Yo voy a lograr el milagro”...

Uno de los objetivos más importantes de su Sentido de Vida es el de ser víctima/culpable.

Otro objetivo del Sentido de Vida es el de ser un medio para, un objeto útil, y no un ser humano con necesidades propias.

Necesidad de ser leal incondicionalmente, le hagan lo que le hagan, obediencia de vida (debida).

Necesidad de amor incondicional, que se da ilusoriamente en la adultez justamente cuando hay manipulación del otro

Necesidad de un vínculo amoroso que se mantenga indefinida y eternamente.

Personas rebeldes y contestatarias, redondean los rasgos del complemento devaluado, por estas características pueden fácilmente ser blanco fácil para hacer del “malo de la película”.

Goce basado en la necesidad de completud . Ilusión de que hay un otro que completa y hace poderoso.

El psicópata propone el contrato y el otro lo firma.

Una persona proclive a ser complementaria de un psicópata presenta la conjunción de varios de estos rasgos.

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sábado, 21 de enero de 2017

Las familias psicopáticas




Mediante la asistencia individual y familiar en Psicologia Integradora ( http://www.es-asi.com.ar)  visualizamos distintos derroteros. En todos observamos un encadenamiento particular en los que cada eslabón está formado por hechos, vínculos y comunicaciones tendientes a la enajenación, hacia el trastrocamiento de seres humanos en objetos. Vemos también, que este sometimiento resulta invisibilizado en la sociedad, volviéndolo aún más insidioso, por cuanto sus victimas sufren, sin poder identificar claramente la índole de esta violencia.

Usualmente hay un miembro psicópata y sus complementarios, rara vez hay dos miembros psicópatas. Lo habitual, es que uno de los padres sea el jefe o padrino, también lo pueden ser algún abuelo u otro familiar, y hasta un hermano.
Desde el comienzo de la pareja parental se va hacia la formación de familias-cárceles, familias con cerco de goma.
Existen diferentes tipos de familias psicopáticas, cuya caracterización dependen de las particularidades de sus miembros, de la rigidez del sistema, de la cantidad y calidad de confabulaciones, etc.
Vasta bibliografía y nuestra práctica clínica, individual y familiar, indican que estos adolescentes son fusibles de sistemas familiares sobrecargados. Fusibles que entran en cortocircuito, se queman y se funden, expresado por brotes psicóticos, síntomas neuróticos graves u otros cuadros ya mencionados. Estos episodios del “joven fusible” evita que todo el sistema familiar, por el alto voltaje al que llegó, se incendie.
La corriente excesiva en el seno familiar puede estar causada, al menos, por el aumento patológico de los vínculos disfuncionales, por crisis específicas o vitales. Una de las crisis vitales la más importante sucede cuando un miembro intenta ser distinto y hacer su propia vida, suele ser justamente quien puede intentarlo, y -sin casualidades de por medio- es el miembro fusible. Son etapas en las que el joven en cuestión va hacia la exogamia, quiere hacerlo, mas no puede.
Hay que tener en cuenta que un hijo asignado suele ser por razones de ser “el elegido”, el que va a ser el superior, el que se va a quedar con los padres con funciones “privilegiadas” como ser acompañantes, o representantes, o cuidadores...
Estos adolescentes enferman gravemente, pudiendo llegar a la muerte física o psicológica. La conjugación entre una familia apresadora y sus propias características le impiden la salida. Todo lo cual genera una condensación de energías destructivas que se descarga sobre quien está dispuesto a hacer su propia vida.
En los últimos años además de los cuadros psicóticos, se suma un aumento considerable de jóvenes que adolecen de neurosis graves. Ellos viven martirizados por síntomas que muchas veces hacen pensar en una estructura borderline. En tanto avanza la psicoterapia y pueden remitir los síntomas de despersonalización y desorganización, se minimiza el riesgo de un desliz psicótico. El diagnóstico es realizado, más allá de lo sintomático, según la evolución de aspectos profundos como ser: fortalecimiento de las Cualidades Básicas de la Personalidad1 y reubicación en sus grupos de pertenencia.
Historizando a estas familias, al menos por tres generaciones, se encuentran jóvenes que se han identificado con características de personalidad psicopáticas (llegando a ser psicópatas o no), en la adolescencia van fijando este tipo de personalidad en forma definida, ellos adhieren y apoyan al sistema corrupto en el que quedan encerrados, ergo están “destinados” a ser sometedores/sometidos.
Los jóvenes que quieren y tienen herramientas para escapar suelen ser quienes padecen de los síntomas más ostensibles y sufrientes. Como dijimos a los tradicionales cuadros de psicosis, borderline y neurosis graves se van agregando en las últimas décadas, trastorno de pánico, aislamiento social (Hikikomori), diversas adicciones, trastornos de la alimentación graves, TOC inhabilitantes con diversos contenidos. . .
Es habitual, en estas familias, designar a cada hijo lugar y rol determinado, en general el paciente es el que está asignado a quedar inhabilitado para sostenerse por sí mismo, por distintas razones; no obstante este lugar puede ser intercambiado si es necesario o bien si la persona asignada puede liberarse.
Las modalidades psicopáticas derivan en distintos resultados, en distintos rasgos y síntomas; como así mismo los rasgos y síntomas son productos de distintas modalidades psicopáticas

Sólo a modo de ejemplo, veremos modalidades psicopáticas con sus resultantes en la personalidad de los hijos, en forma esquemática, como si fuesen unicausales, a fin de ser más gráficos:
  • Cosificación →  Despersonalización
  • Adiestramiento → Sometimiento ante cualquier sometedor. Esclavitud.
  • Narcisismo →  “satelitamiento” alrededor de un otro.
  • Escala de valores propias → desubicación social, confusión.
  • Violencia Encubierta →  Desestabilización Desorganización.
  • Desconfirmación →  Enajenación.
  • Padre = Dios → Obediencia de-b/vida. Lealtad incondicional a quien se erija  en Dios.
  • Educación por medio de dogmas → Todo lo cierto está dado por un otro.
  • Comunicación predominantemente paradojal  → Constantes angustia y paralizaciones.
  • Exigencias de perfección → Binomio “perfección” -  “inservible”.
  • Premios y castigos incoherentes → Confusión de valores. Inseguridad de sus actos.
  • Cambios repentinos y constantes → Intolerancia a lo imprevisto y lo nuevo. 

¿De tal familia..., tal problema...?



                                                       Familias Toxicas. Los padres son el pilar para un niño, sobre todo en los primeros años de vida. La influencia de los padres y la familia en la salud psicológica del menor es decisiva. Algunas de las maneras en que esta relación se convierte en tóxica o perjudicial para el niño, están relacionadas con características del sistema familiar y del rol que ocupan en la familia, así como con el estilo de crianza y las conductas de los padres.

Cuando el despertar a la adolescencia es la entrada en una pesadilla, comienza a transitarse un camino en el que la ciencia aún no vislumbra el amanecer. Aún no hay posibilidades de un despertar  hacia la autonomía, el ser dueño de la propia vida. . . hacia la adultez. Síntomas altamente sufrientes dejan a la persona a oscuras de por vida; remisiones que parecen auroras no son más que algunos destellos en la oscuridad.
Tomamos una población de adolescentes y jóvenes entre los 17 y 33 años, con patologías severas.
El común denominador entre ellos es que sus síntomas los inhabilita para satisfacer al menos una de las necesidades humanas básicas, como ser trabajo (o estudio), relaciones sociales, sexualidad, alimentación saludable, vivir con un mínimo elemental de placer y bienestar.
Otro común denominador es que sus familias nucleares o de origen son disfuncionales.
Hay dos tipos de disfunciones familiares altamente perjudiciales.
Una es, sostenida desde el contrato fundacional de la pareja parental, basada en vínculos contraproducentes para la salud física y mental. Estos vínculos están determinados por altos grados de competencia, alianzas cruzadas, escaladas simétricas, padres que no se pueden hacer cargo de los hijos desde determinadas edades, violencias explícitas y/o implícitas, de índole neurótica o provenientes de cuadros neurológicos, entre otros.
El otro tipo de disfunción familiar es la más patógena, está dirigida por personas cuyos rasgos principales son: certidumbre de ser superiores, poseer escala de valores deshumanizada y ausencia de empatía y por personas que los complementan desde características particulares. Estas personas no tienen como proyecto que los niños vayan adquiriendo la autonomía y la libertad correspondientes a cada etapa, hasta llegar a la exogamia.
En nuestra praxis terapéutica, es fundamental discernir de que tipo de familia se trata.
Ello define pronóstico y plan terapéutico. Hay que tener en cuenta que el diagnóstico familiar no es fácil ni rápido. Desde que en psicología se introdujo recientemente el tema de psicopatía, producto de evoluciones sociales, suele haber diagnósticos apresurados sobre este cuadro.



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