lunes, 23 de enero de 2017

Como reconocer a un psicópata



Se trata de personalidades cuya posición de vida se basa en el binomio: sometedor-sometido, donde ellos están “destinados” a someter, como sea y a quienes quieran.
Sentido de vida atravesado por necesidades y objetivos antihumanos. Guiados por el logro del dominio cometen crueldades a mansalva, llegando a cometer crímenes físicos y psicológicos.
Narcisistas, logran ser el centro, quienes entran en su órbita, y no pueden salir, están condenados a dejar-les su individualidad y su vida.
Guiados exclusivamente por el beneficio personal, los demás están colocados en el mundo solamente para satisfacer sus necesidades, directa o indirectamente.
Consideramos que por su Sentido de Vida generan y sostienen enfermedades, básicamente en los hijos.
Cometen todo tipo de abusos, a fin de obtener el poder absoluto hacia otros... llegando a matar (física o psicológicamente), son enfermos psicológicos. Los psicópatas usufructúan de necesidades, valores y propiedades especiales, con las que aniquilan y destruyen a mansalva en beneficio propio, no solo a personas y grupos de persona, ¡al mundo!, pues ya sabemos que llegan a ser genocidas. No podemos/debemos considerar sanos a quienes carecen del más mínimo sentido humano, son enfermos quienes sostienen a lo largo de su vida pensamientos, sentimientos y haceres opuestos a la naturaleza humana.
Consideramos que el psicópata es un enfermo mental grave, crónico, cuya índole antihumana lo tornan altamente peligroso. En resguardo al resto de la sociedad es necesario que ellos vivan permanentemente al margen de la misma. El tratamiento integral que se les de tiene que dar debe ser producto de investigaciones de equipos multidisciplinarios.

Cuando hablamos de psicopatas hablamos de autoritarios y manipuladores de alta envergadura, especialmente de personas con ese tipo de funcionamiento.

Características

1.      Escala de valores distinta
No carecen de ética, sino que sus valores son diferentes a los construidos y aceptados como esenciales, en el tiempo histórico y lugar que viven. Estamos hablando de valores consensuados como básicos para el buen convivir social.
Los psicópatas conocen la escala de valores, saben lo que socialmente se consensúa como bien y como mal, hacen caso omiso de ello, pues son dueños de la verdad y el resto de la sociedad están (por lo que sea) errados, no saben. Cuando se muestran de acuerdo con valores sociales esenciales es porque se disfrazan con ellos para mimetizarse y confundir, o bien por que con esos valores justamente coinciden.
No quiere decir que todos los psicópatas tengan la misma escala de valores, esta es individual, lo común es que siempre está supeditada al eje sometedor-sometido. La construyen a través de la historia personal, de acuerdo a la cultura familiar trasmitida transgeneracionalmente, es coherente con su personalidad (egosintónico) y sobre todo adecuada a las circunstancia en la que vive (en forma ocasional o permanente).

2.      Certidumbre de ser superiores
Las creencias de omnipotencia asociadas a su escala de valores distinta les da seguridad de ser impunes, es así como cometen tranquilo y -¡hasta!- orgullosos cualquier delito.
Su ser y sus capacidades van desde la misma deidad a lo demoníaco, según convenga. Todopoderosos al fin. Alimentan la máxima “no se puede estar bien con Dios y con el diablo al mismo tiempo”, pues ellos son ambos en una misma persona, y con ellos hay que estar siempre bien. Se los adora, se los venera y se les tiene pánico al mismo tiempo.
Hace milenios que estos seres nefastos andan por el mundo como uno más, como si esto fuese poco este es un mal que está en vía de expansión. Una de las causas de que esto sea así es que nuestros sistemas macrosociales les facilitan “estar en el mundo de los dioses” y que la creencia de impunidad se haga (las más de las veces) cierta.

3.      Capacidad de realizar atrocidades sin culpas ni remordimientos
Ausencia de techo, el fin justifica cualquier medio.
De acuerdo con la personal escala de valores propia se permiten y justifican desde daños leves a crueldades salvajes. El otro siempre se merece el sufrimiento (muerte físicas o psicológica incluida) en tanto le sea útil a los fines perseguidos o porque transgreda sus leyes.
Pueden llegar a teatralizar sentimientos de culpa a fin de engañar a quienes esperan estos sentimientos o para evadir algún reproche o cuestionamiento victimizándose.

4.      Cosificación - ausencia de empatía
Aún cuando los sentimientos, de las personas más cercanas, sean tan intensos que conmuevan hasta las piedras, les es indiferente, no les impacta emocionalmente. Sólo tienen resonancia afectiva en tanto los sentimientos ajeno sean afín a sus objetivos y a sus valores personales. Sus afectos hacia las personas son equivalentes a los que se tienen por los objetos inanimados.

5.      Indiferencia por todo lo humano
El anverso de "Hombre soy; nada humano me es ajeno"[2]. Es que no se creen simples hombres, ellos realmente “están más allá del bien y del mal”.
Cualquier persona -cualquiera y en cualquier situación- les interesan si pueden utilizarla y más aún si forma parte de su ganado. Pueden estar en medio de un derrumbe mirando gente aplastada sin que se les muevan un pelo, eso sí, si ven alguno que puede ser tomado como objeto lo salvan, lo cual no quiere decir que se conmuevan por la situación de la persona en riesgo de muerte.

6.      Solipsismo
Sólo existe esa persona. Toda realidad externa es tal como ella, la persona solipsista, la conoce o define.
Su construcción interna de su relación con el mundos sería, “Existo solo YO, todos los demás -personas, animales, vegetales y cosas- son igualmente intrascendentes para el mundo, circunstancias necesarias para que todo sea como YO entiendo y necesito que tiene que ser”.

7.      Narcisismo – egocentrismo físico
Todos son una especie de extensión de su propia persona, como si fuesen su propio brazo, que así mismo los puede manejar a gusto y ganas. No hay delimitación de las fronteras que separa a si mismo con demás personas.
Exagerada exaltación de la propia personalidad, hasta considerarla como centro de la atención y actividad generales.

8.      Egocentrismo. Egocentrismo emocional.
Razonamiento transductivo,
asociación de elementos particulares, que no guardan una relación lógica y necesaria entre sí:
·         sincretismo, explica la totalidad por un aspecto externo a la cosa o fenómeno.
·         Pre-causalidad, llega a conclusiones causa-efecto solo desde si mismo.

9.      Encanto superficial?? 

10.  Carismático
Son centro de atención. Atrae y fascinan. Cualidad por la que rápidamente, suelen, pasar a ser importantes, confiables y líderes.

11.  Supremacía
Creen y hacen creer que no son simples humanos. Sin llegar a ser dioses o demonios son algo especial, como si la madre natura les hubiese dado condiciones superiores y distintas, que en realidad no tienen.

12.  Alto grado de inteligencia para el logro de sus manipulaciones
Conocen perfectamente la diferencias (consensuadas socialmente) entre el bien y el mal. Sólo que a ellos no les importa . “Lo único que parece explicar su conducta social es el cálculo frío y racional de lo que van a sacar u obtener de su acción.” (Piñuel, 2008).
Suelen mimetizarse de ingenuos y tontos (especialmente los psicópatas parásitos). Sin embargo, los ingenuos somos nosotros en pensar que las personas son buenas hasta que se demuestre lo contrario, es lisa y llanamente el desconocimiento de que cualquier psicópata se muestra como buena persona.
Más ingenuo aún, cuando ante las reiteradas conductas destructivas de alguien, se sigue sosteniendo que no es una persona dañina. La sabiduría popular dice que “cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía” y “ las mosquitas muertas son las peores”.
También se disfrazan como si les faltase aprender las reglas sociales.

13.  Capacidad de captación del otro
Ese radar interno con el que se capta las particularidades de los demás, en el caso del psicópata es altamente eficiente y siempre bien calibrado. Ellos pueden llegar a saber lo más fidedigna-mente posible cuales son las necesidades, frustraciones, sentimientos y vulnerabilidades de quienes pueden ser capturados y retenidos en sus rediles, y justamente lo logran manejando esos aspectos.

14.  Violentos
Cuando de psicopatía se trata se dan los 3 tipos de violencia, todas tienen como mira el sometimiento del otro mediante la destrucción psicológica; aún la violencia física va hacia esos objetivos.
a. Directa - explícita: ya sea en palabras u hechos. 
b. Indirecta - implícita, con palabras o gestos, por ejemplo, "... pobrecita, se cree que la
invado por que está sufriendo el puerperio" o duras miradas que paralizan y hacen callar a
la persona que lo cuestiona. En estos ejemplos hay doble violencia, el cometer actos contra
alguien y el hacerlo callar descalificando. Tipo de violencia que puede ser captada por
mentes despiertas y libres del redil psicopático. 
c. Encubierta. No hay señales, exteriormente el fenómeno es muy distinto u opuesto;
ejemplos: las jaulas de oro, el apresamiento queda encubierto por lujos, atenciones,
comodidades; las personas apresadas se ven felices, satisfechas de las ventajas obtenidas.
La violencia tipo a es ejecutada por un psicópata en casos de mayor necesidad, la delega a
sus complementarios, en espacial al sicario.

1, 2, 3, 4 y 5 son los rasgos básicos de un psicópata; la presencia confirmada de cualquiera de ellos supone la existencia de los cuatro restantes, definiendo el diagnóstico.
Los restantes son rasgos secundarios, en los psicópatas se dan varios de ellos, tienen unos u otros, combinados entre sí y con los rasgos los esenciales. Aún cuando algunos secundarios son necesarios no definen, por si mismos, exclusivamente al psicópata. Estos, los rasgos secundarios son compartidos con personas que son o pueden ser complementarias, en especial con las personas con elevados rasgos psicopáticos.

Algunos de los rasgos secundarios son propios, también, de personas que no son psicópatas ni complementarios.
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Como reconocer si soy el complementario de un psicópata ?



Características de personalidad del complementario
Algunos de los rasgos de personalidad del complementario, características que entra dentro de la clasificación arriba mencionada, son:

Elevado grado de dependencia. La sensación de no ser o no poder nada sin un otro que le de sentido a su vida y la dirija. En tanto ve el peligro de quedarse sin ese ser imprescindible siente el riesgo que quedar en estado de inanición, desamparo, indefensión.

Cualidades Básicas de la Personalidad dañadas. Necesidad de quien le de un sentido de ser persona, de ser alguien, y sólo puede hacerlo quien se erige en Dios, en donde el otro no puede ser nunca equiparado en una relación de igual a igual, es una capacidad psicopática deslumbrar para apoderarse de la voluntad del otro; son relaciones donde es necesaria la fascinación, tal cual vichito de luz que encandilado por el resplandor no puede evitar quedar pegado/atrapado hasta llegar a su propia muerte.

Sensaciones y sentimientos naturales opacados, lo cual lleva a ser proclive al aburrimiento, por ello necesitan vivencias de alto voltaje, que las encuentran con un psicópata.

Repetición de vínculos que generan y sostienen la vulnerabilidad afectiva. Vienen de relaciones familiares disfuncionales, por ejemplo las signadas alternativamente por: la adulación y el maltrato; un psicópata que sabe cuando tiene que alimentar el ego o victimizar (según le venga bien) es justo la horma de su zapato.

Labilidad en los vínculos personales conseguidos hasta el momento. Por lo cual al psicópata le es posible conseguir el alejamiento con sus grupos de pertenencia, logrando que se gire sólo alrededor de él.

Identidad débil, que devienen en self frágil, falso self, inseguridades, desconfirmación de uno mismo, desconfianza de las propias capacidades... El psicópata es quien le va a resolver estas carencias, pues manipula definiendo quien es el otro e indicando por donde debe andar en la vida; ora “asegurando”, “confirmando”, “dando claridad”, “auto-confianza”..., ora todo lo contrario.

Importante rigidez en su personalidad. La dificultad de flexibilización tiene mucho que ver con que la persona permanezca, por tiempo indeterminado, en su sometimiento. Se mueve en blanco o negro, no viendo las gamas de los grises, por ejemplo, ve lo bueno o lo malo en forma desintegrada.

Ilusión de omnipotencia. Por la que ¡se cree que va a cambiar al mismísimo psicópata!. Es ilusión porque es irrealidad, lo cual hace a la persona endeble. “Por mi va a cambiar”, “Se va a dar cuenta de lo importante que soy”, “Yo voy a lograr el milagro”...

Uno de los objetivos más importantes de su Sentido de Vida es el de ser víctima/culpable.

Otro objetivo del Sentido de Vida es el de ser un medio para, un objeto útil, y no un ser humano con necesidades propias.

Necesidad de ser leal incondicionalmente, le hagan lo que le hagan, obediencia de vida (debida).

Necesidad de amor incondicional, que se da ilusoriamente en la adultez justamente cuando hay manipulación del otro

Necesidad de un vínculo amoroso que se mantenga indefinida y eternamente.

Personas rebeldes y contestatarias, redondean los rasgos del complemento devaluado, por estas características pueden fácilmente ser blanco fácil para hacer del “malo de la película”.

Goce basado en la necesidad de completud . Ilusión de que hay un otro que completa y hace poderoso.

El psicópata propone el contrato y el otro lo firma.

Una persona proclive a ser complementaria de un psicópata presenta la conjunción de varios de estos rasgos.

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sábado, 21 de enero de 2017

Las familias psicopáticas




Mediante la asistencia individual y familiar en Psicologia Integradora ( http://www.es-asi.com.ar)  visualizamos distintos derroteros. En todos observamos un encadenamiento particular en los que cada eslabón está formado por hechos, vínculos y comunicaciones tendientes a la enajenación, hacia el trastrocamiento de seres humanos en objetos. Vemos también, que este sometimiento resulta invisibilizado en la sociedad, volviéndolo aún más insidioso, por cuanto sus victimas sufren, sin poder identificar claramente la índole de esta violencia.

Usualmente hay un miembro psicópata y sus complementarios, rara vez hay dos miembros psicópatas. Lo habitual, es que uno de los padres sea el jefe o padrino, también lo pueden ser algún abuelo u otro familiar, y hasta un hermano.
Desde el comienzo de la pareja parental se va hacia la formación de familias-cárceles, familias con cerco de goma.
Existen diferentes tipos de familias psicopáticas, cuya caracterización dependen de las particularidades de sus miembros, de la rigidez del sistema, de la cantidad y calidad de confabulaciones, etc.
Vasta bibliografía y nuestra práctica clínica, individual y familiar, indican que estos adolescentes son fusibles de sistemas familiares sobrecargados. Fusibles que entran en cortocircuito, se queman y se funden, expresado por brotes psicóticos, síntomas neuróticos graves u otros cuadros ya mencionados. Estos episodios del “joven fusible” evita que todo el sistema familiar, por el alto voltaje al que llegó, se incendie.
La corriente excesiva en el seno familiar puede estar causada, al menos, por el aumento patológico de los vínculos disfuncionales, por crisis específicas o vitales. Una de las crisis vitales la más importante sucede cuando un miembro intenta ser distinto y hacer su propia vida, suele ser justamente quien puede intentarlo, y -sin casualidades de por medio- es el miembro fusible. Son etapas en las que el joven en cuestión va hacia la exogamia, quiere hacerlo, mas no puede.
Hay que tener en cuenta que un hijo asignado suele ser por razones de ser “el elegido”, el que va a ser el superior, el que se va a quedar con los padres con funciones “privilegiadas” como ser acompañantes, o representantes, o cuidadores...
Estos adolescentes enferman gravemente, pudiendo llegar a la muerte física o psicológica. La conjugación entre una familia apresadora y sus propias características le impiden la salida. Todo lo cual genera una condensación de energías destructivas que se descarga sobre quien está dispuesto a hacer su propia vida.
En los últimos años además de los cuadros psicóticos, se suma un aumento considerable de jóvenes que adolecen de neurosis graves. Ellos viven martirizados por síntomas que muchas veces hacen pensar en una estructura borderline. En tanto avanza la psicoterapia y pueden remitir los síntomas de despersonalización y desorganización, se minimiza el riesgo de un desliz psicótico. El diagnóstico es realizado, más allá de lo sintomático, según la evolución de aspectos profundos como ser: fortalecimiento de las Cualidades Básicas de la Personalidad1 y reubicación en sus grupos de pertenencia.
Historizando a estas familias, al menos por tres generaciones, se encuentran jóvenes que se han identificado con características de personalidad psicopáticas (llegando a ser psicópatas o no), en la adolescencia van fijando este tipo de personalidad en forma definida, ellos adhieren y apoyan al sistema corrupto en el que quedan encerrados, ergo están “destinados” a ser sometedores/sometidos.
Los jóvenes que quieren y tienen herramientas para escapar suelen ser quienes padecen de los síntomas más ostensibles y sufrientes. Como dijimos a los tradicionales cuadros de psicosis, borderline y neurosis graves se van agregando en las últimas décadas, trastorno de pánico, aislamiento social (Hikikomori), diversas adicciones, trastornos de la alimentación graves, TOC inhabilitantes con diversos contenidos. . .
Es habitual, en estas familias, designar a cada hijo lugar y rol determinado, en general el paciente es el que está asignado a quedar inhabilitado para sostenerse por sí mismo, por distintas razones; no obstante este lugar puede ser intercambiado si es necesario o bien si la persona asignada puede liberarse.
Las modalidades psicopáticas derivan en distintos resultados, en distintos rasgos y síntomas; como así mismo los rasgos y síntomas son productos de distintas modalidades psicopáticas

Sólo a modo de ejemplo, veremos modalidades psicopáticas con sus resultantes en la personalidad de los hijos, en forma esquemática, como si fuesen unicausales, a fin de ser más gráficos:
  • Cosificación →  Despersonalización
  • Adiestramiento → Sometimiento ante cualquier sometedor. Esclavitud.
  • Narcisismo →  “satelitamiento” alrededor de un otro.
  • Escala de valores propias → desubicación social, confusión.
  • Violencia Encubierta →  Desestabilización Desorganización.
  • Desconfirmación →  Enajenación.
  • Padre = Dios → Obediencia de-b/vida. Lealtad incondicional a quien se erija  en Dios.
  • Educación por medio de dogmas → Todo lo cierto está dado por un otro.
  • Comunicación predominantemente paradojal  → Constantes angustia y paralizaciones.
  • Exigencias de perfección → Binomio “perfección” -  “inservible”.
  • Premios y castigos incoherentes → Confusión de valores. Inseguridad de sus actos.
  • Cambios repentinos y constantes → Intolerancia a lo imprevisto y lo nuevo. 

¿De tal familia..., tal problema...?



                                                       Familias Toxicas. Los padres son el pilar para un niño, sobre todo en los primeros años de vida. La influencia de los padres y la familia en la salud psicológica del menor es decisiva. Algunas de las maneras en que esta relación se convierte en tóxica o perjudicial para el niño, están relacionadas con características del sistema familiar y del rol que ocupan en la familia, así como con el estilo de crianza y las conductas de los padres.

Cuando el despertar a la adolescencia es la entrada en una pesadilla, comienza a transitarse un camino en el que la ciencia aún no vislumbra el amanecer. Aún no hay posibilidades de un despertar  hacia la autonomía, el ser dueño de la propia vida. . . hacia la adultez. Síntomas altamente sufrientes dejan a la persona a oscuras de por vida; remisiones que parecen auroras no son más que algunos destellos en la oscuridad.
Tomamos una población de adolescentes y jóvenes entre los 17 y 33 años, con patologías severas.
El común denominador entre ellos es que sus síntomas los inhabilita para satisfacer al menos una de las necesidades humanas básicas, como ser trabajo (o estudio), relaciones sociales, sexualidad, alimentación saludable, vivir con un mínimo elemental de placer y bienestar.
Otro común denominador es que sus familias nucleares o de origen son disfuncionales.
Hay dos tipos de disfunciones familiares altamente perjudiciales.
Una es, sostenida desde el contrato fundacional de la pareja parental, basada en vínculos contraproducentes para la salud física y mental. Estos vínculos están determinados por altos grados de competencia, alianzas cruzadas, escaladas simétricas, padres que no se pueden hacer cargo de los hijos desde determinadas edades, violencias explícitas y/o implícitas, de índole neurótica o provenientes de cuadros neurológicos, entre otros.
El otro tipo de disfunción familiar es la más patógena, está dirigida por personas cuyos rasgos principales son: certidumbre de ser superiores, poseer escala de valores deshumanizada y ausencia de empatía y por personas que los complementan desde características particulares. Estas personas no tienen como proyecto que los niños vayan adquiriendo la autonomía y la libertad correspondientes a cada etapa, hasta llegar a la exogamia.
En nuestra praxis terapéutica, es fundamental discernir de que tipo de familia se trata.
Ello define pronóstico y plan terapéutico. Hay que tener en cuenta que el diagnóstico familiar no es fácil ni rápido. Desde que en psicología se introdujo recientemente el tema de psicopatía, producto de evoluciones sociales, suele haber diagnósticos apresurados sobre este cuadro.



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viernes, 20 de enero de 2017

El adolescente como fusible del cortocircuito familiar



 Cuando los síntomas psicológicos de adolescente resultan ser emergentes de dinámicas familiares patológicas

Pueden presentarse sufrimientos realmente devastadores que impiden el camino hacia la autonomía, hacia el ser dueño de la propia vida.Vasta bibliografía y práctica clínica indica que estos adolescentes son fusibles de sistemas familiares sobrecargados. Familias disfuncionales que entran en cortocircuito en crisis vitales o bien por un incremento del voltaje de las relaciones familiares.

La conjugación entre una familia apresadora y las características de ciertos hijos asignados, hasta ese momento le impiden la salida. Esto genera una condensación de energías destructivas que descargan sobre quien está dispuesto a emprender el camino a la exogamia, pudiendo llegar hasta la muerte física o psicológica.
Estamos hablando de familias psicopáticas: psicópata y complementarios. Desde el comienzo de la pareja parental se va hacia la formación de familias-cárceles.
Encontramos miembros que adhieren a un sistema corrupto, siendo sometedores/sometidos, y jóvenes que quieren y tienen herramientas para escapar los cuales padecen síntomas más ostensibles. A los tradicionales cuadros de psicosis, borderline y neurosis graves se agregan ataques de pánico, aislamiento social (hikikomori), diversas adicciones, trastornos de la alimentación, TOC con diversos contenidos, entre otros.
Mediante la asistencia individual y familiar visualizamos distintos derroteros. En todos observamos un encadenamiento particular en los que cada eslabón está formado por hechos, vínculos y comunicaciones tendientes a la enajenación, hacia el trastrocamiento de seres humanos en objetos. Vemos también, que este sometimiento resulta invisibilizado en la sociedad, volviéndolo aún más insidioso, por cuanto sus victimas sufren, sin poder identificar claramente la índole de esta violencia.
Proponemos un marco teórico con métodos y técnicas psicoterapéuticas integradoras junto a acciones sociales preventivas y rehabilitadoras, basándonos en la creencia que la adolescencia, por su coyuntura especial y única, es un marco de desarrollo fecundo para cambiar estos caminos que se consideraban inalterables. Nuestra experiencia muestra que una alta cantidad de asistidos logran, a partir de la psicoterapia, establecer formas saludables de lazo a partir de modificaciones internas de carácter estructural.

Trabajo libre presentado en las Segundas Jornadas Patagónicas de Actualización en Salud Integral del Adolescente por el equipo de Psicología Integradora . Abril de 2015
Lic. Carlos Tryskier integrante del equipo. www.es-asi.com.ar
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