En las últimas décadas se produjo
un nuevo paradigma en relación al rol del padre.
Antiguamente su función principal era la de proveedor. En la actualidad la crianza de los hijos no es un tema
exclusivo de las madres, rol adjudicado y asumido culturalmente.
Como se llegó a este cambio?
La ley de divorcio y la
emancipación de la mujer originó entre otras situaciones que esta, ya sea por necesidad, vocación o para independizarse, se insertara en el mundo laboral y profesional.
Muchos hombres pueden sentirse desorientados al no adaptarse a los nuevos
cambios, y sentirse descalificados por creer que no están a la altura de lo que
se espera de ellos, pudiendo caer en ansiedades y angustias.
En esta época de transición,
tanto la estructura y conformación de la familia, como la participación social
de hombres y mujeres ha venido cambiando, apareciendo nuevas formas de
relacionarse y nuevos modelos de familia. La tradicional dio paso a la familia ensamblada,
la monoparental y la homosexual entre otras.
De esta manera la figura y rol del
padre se fue desdibujando y devaluando. Muchos hombres al separarse forman una
nueva familia, pero los hijos con su ex
mujer quedan en ciertos casos
abandonados, o con poca atención (afectiva y económica), y la nueva pareja de
la madre con una autoridad labil y limitada intenta cumplir fallidamente la función paterna originando un vacío y una
débil red de sostén para los chicos.
El rol de padre atravesó diferentes etapas
evolutivas y ha tenido aspectos positivos y negativos. Tiempo pasado fue mejor, había
mas respeto…, se suele escuchar de los abuelos, las funciones tradicionales estereotipadas de los hombres han generado que padres e hijos no hayan
tenido una comunicación fluida.
Tradicionalmente el rol del padre estaba investido
por una autoridad que rozaba el autoritarismo donde la mujer quedaba en una
posición asimétrica, de sumisión y desigualdad, reprimiendo sus deseos, a merced
y dependencia del hombre. Bienvenidos los cambios de las nuevas generaciones! donde
ambos padres tienen y comparten las mismas responsabilidades y derechos, siendo este uno de los aspectos positivos mas
importantes, mejorando la comunicación y el vinculo tanto con los hijos
como con la pareja, proporcionando un modelo más abarcativo e integrativo.
Desde un padre distante y poco
involucrado en la crianza de los hijos a otro que prepara papillas y cambia
pañales, el hombre ha ido construyendo su nuevo rol.
Los cambios favorecieron roles mas flexibles desmitificando
mitos y creencias en relación a las
funciones preestablecidas que debía “cumplir” cada padre, con mandatos culturales estereotipados que nos
condicionó durante siglos.
Lic. Carlos Tryskier
www.carlostryskier.com.ar
M.Nac.; 45097est