• Como con la mayoría de las drogas, el consumo de
marihuana compromete el juicio, lo que puede significar una mayor probabilidad
de involucrarse en conductas de riesgo y de sufrir las consecuencias negativas
de estas conductas (por ejemplo, contraer una enfermedad de transmisión sexual,
conducir en estado de ebriedad, o viajar con alguien que está en estado de
ebriedad y tener un accidente de tránsito).
• Además de la psicosis, el consumo crónico de la
marihuana se ha asociado con una serie de efectos psicológicos, incluyendo la
depresión, ansiedad, pensamientos suicidas y trastornos de la personalidad. Uno
de los más citados es el “síndrome amotivacional” que describe una disminución
de motivación o pérdida de interés en participar en actividades que antes eran
gratificantes.
Si este trastorno es un trastorno separado o si es un
subtipo de depresión asociada al consumo de marihuana sigue siendo un tema
controvertido, al igual que la influencia causal de la marihuana sobre
el mismo. Sin embargo, debido al papel del sistema endocannabinoide en la
regulación del estado de ánimo, estas asociaciones parecen factibles. Se
necesita más investigación para confirmar y entender mejor estos vínculos.
• El consumo de marihuana durante el embarazo puede
afectar adversamente al feto. La investigación en animales sugiere que el
sistema endocannabinoide desempeña un papel en el control de la maduración del
cerebro, particularmente el desarrollo de las respuestas emocionales.
En los seres
humanos, los datos son menos concluyentes, en parte, porque es difícil separar
los efectos de las drogas de otros factores ambientales.
Por ejemplo, es
posible que las mujeres embarazadas que consumen marihuana también fumen
cigarrillos o beban alcohol. Estas dos últimas acciones también pueden afectar
el desarrollo del feto.
Sin embargo, la investigación sugiere que los bebés
nacidos de mujeres que usaron marihuana durante el embarazo muestras
alteraciones neurológicas sutiles y, en su niñez, pueden mostrar una
disminución en las habilidades necesarias para resolver problemas, en la
memoria y en los procesos de la atención.
Sin embargo, no está clara la medida en que estos efectos
reflejan el consumo de marihuana o el consumo de otras drogas.
Lic. Carlos Tryskier
www.psicarlostryskier.com.ar